Resumen de los capítulos
Capítulo 11.
Fernanda y Petra se encuentran enfrontadas por el amor de Aureliano II. Finalmente, Fernanda acepta la relación con Petra y decide vivir en casa de su marido. Al año de casados, tienen un hijo al que ponen el nombre de José Arcadio, al cabo de un tiempo tuvieron a una hija que recibe el nombre de Renata, pero a la que todos llamarán Meme. Aureliano recibe la visita de sus diecisiete hijos en el carnaval. El miércoles de ceniza el padre Antonio Isabel les marcó a todos con una cruz de ceniza en la frente que resultó imborrable. Solo uno de los hermanos se quedó en Macondo, fue Aureliano el Triste que quiso instalarse en una supuesta casa abandonada, en que encontró a una vieja Rebeca, que todos creían muerta. En otra visita de los Aurelianos a Macondo, le arreglaron entre toda la casa, que tenía muchos desperfectos. En esta visita se queda a vivir Aureliano Centeno que ayuda a su hermano en una fábrica de hielo. Aureliano el Triste le pide dinero a Aureliano para traer el ferrocarril al pueblo, al cabo de medio año lo consiguió.
12. Capítulo La llegada del ferrocarril provocó la llegada de diversos inventos y de todo tipo de gente. La belleza de Remedios provoca algunas muertes accidentales y un día en que estaba plegando las sabanas junto a Fernanda y Úrsula desaparece volando junto con las sabanas. Un cabo de policía mató a un niño por derramar sobre el un refresco. Aureliano asistió a la matanza y dijo que cualquier día armaría a sus hijos para acabar con los gringos. Durante esa semana asesinaron a todos sus hijos menos al mayor, Aureliano Amador que consiguió escaparse. Aureliano quiere promover la guerra total y busca la ayuda de Gerineldo Marquez que le dijo que había envejecido mucho.
Llegó a Macondo la luz, el cine, muchas novedades. Con el ferrocarril llegó Mr. Herbert y, un día, invitado a comer en casa de los Buendía probó los bananos. Le impresionaron tanto que en los siguientes días siempre se le vio haciendo pruebas y tomando apuntes respecto a la fruta. Después de varios meses llegó a Macondo una avalancha de forasteros que empezaron a construir casas y, más tarde, llegaron sus familias y sus animales. El pueblo se llenó de gente nueva, los gringos se habían asentado en Macondo para explotar la tierra, el banano; y el resto de la gente había llegado Macondo atraídos por las historias que se contaban del pueblo. Mientras el coronel vivía enojado por la invasión, Aureliano Segundo estaba feliz de relacionarse con gente nueva y vivir en una constante fiesta. Remedios, la bella era la única que no se alteraba con los vertiginosos cambios, pero todos los hombres que la miraban se volvían locos o se morían de amor por ella. Una tarde, mientras doblaba ropa limpia, Remedios, la bella, salió volando llevándose con ella unas sábanas. José Arcadio Buendía seguía atado del castaño y en una ocasión, mientras Úrsula lo alimentaba, le confesó su tristeza por la próxima muerte de su hijo Aureliano. El coronel cansado y enojado por la presencia de los gringos, decidió retomar las armas y acabar con ellos, acudió a pedirle ayuda a su amigo Gerineldo Márquez, éste se negó mirándolo con compasión.
Capítulo 13.
Con el paso de los años Úrsula estaba perdiendo la vista, pero seguía teniendo una energía que le permitía ocultar su vejez. La abuela se guiaba por los olores y por los sonidos y dedicaba su tiempo a la educación de José Arcadio, el hijo de Fernanda que sería Papa. Meme, la primogénita del matrimonio, sería una excelente ejecutante de clavicordio. Llegado el momento, los dos se fueron a continuar sus estudios en el extranjero. En su soledad, Amaranta había empezado a tejer su propia mortaja. Aureliano Segundo seguía siendo más feliz en los brazos de Petra y sólo volvía a la casa cuando sus hijos regresaban de vacaciones. Fernanda, por su parte, les escribía largas cartas mintiéndoles sobre la felicidad que reinaba en la casa. Aureliano Buendía pasaba todo el día recluido en el laboratorio, trabajaba en la platería. El único día que se asomó a la calle fue para ver pasar al circo. Los nuevos visitantes estaban muy lejos de parecerse a Melquíades y sus amigos.
Capítulo 14.
Muere Aureliano Buendía y se decreta el luto en la casa. Al cabo de un tiempo es Amaranta quien lo hace después de predecirlo. Fernanda tiene una hija con Aureliano II que recibe el nombre de Amaranta Úrsula. Cuando esto sucedió Meme ya había terminado los estudios y era concertista de clavicordio. Pronto se enteró de que su padre solo estaba en la casa para guardar las apariencias de su romance con Petra Cotes. Meme se aficiona a la bebida y una noche después de haber estado bebiendo enferma. Tenía entre sus amigas a tres norteamericanas con las que pasaba buena parte de su tiempo, pero conoce a Mauricio Babilonia, que era un mecánico de la compañía bananera del cual no tardó en enamorarse. Un día Fernanda los descubre besándose en el cine, Meme es castigada sin poder salir de la casa, pero sigue viendo a Mauricio, que se cuela en la casa cada noche hasta que Fernanda lo descubre y lo denuncia a la policía como a un ladrón. Cuando lo ven colándose le pegan un tiro y lo dejan invalido. Entretanto Úrsula había cumplido cien años y ya no se movía de su cama.
Capítulo 15.
Aureliano Segundo se distanció, aún más, de Fernanda por la forma en que se comportó con Meme. Años después descubrió lo que su propia esposa había intentado ocultarle, Meme había tenido un niño de Mauricio y llevaba tres años escondido en el laboratorio de Melquíades. Aureliano Segundo se encargó de su educación y lo llamó José Arcadio. Por su parte, José Arcadio Segundo había abandonado los gallos de pelea para trabajar en la compañía bananera, pero después de años de explotación se convirtió en el líder de los trabajadores y formó el primer sindicato de Macondo. El sindicato peleaba contra los gringos y José Arcadio Segundo se vio, muchas veces, en peligro de ser encarcelado. José Arcadio entendió mejor a su tío, el coronel Aureliano Buendía, pero al final de la lucha descubrió que la verdadera razón de ambos era el vació que tenían en el corazón.
Capítulo 16.
Llovió cuatro años once meses y dos días. Durante este tiempo a Fernanda se le escapó de la habitación el niño y cuando su abuelo lo vio decidió cuidarlo. Al ver que la lluvia no para Aureliano II se va a casa de Petra Cotes donde se estará tres meses antes de volver a su casa. Una vez en su casa Fernanda le dice que casi no queda comida, pero este no se inmuta, pero debido a un a discusión con Fernanda, Aureliano II decide ir a buscar comida. Úrsula se trastoca y Aureliano II decide buscar el tesoro que se encontraba en un San José y que Úrsula había escondido esperando el regreso de su propietario. Pasados ocho meses del final de la lluvia Aureliano volvió con Petra Cotes.
Capítulo 17.
Dejó de llover y Úrsula se dedicó a restaurar la casa. Aureliano Segundo tomó sus baúles y regresó a casa de Petra Cotes. José Arcadio Segundo seguía estudiando los pergaminos de Melquíades. Con la restauración de la casa, Úrsula se llenó de recuerdos y se esforzó por cumplir su promesa de morir. La mujer, ya en sus últimos días, regresó el tiempo en su memoria y a los nuevos descendientes los confundía con los primeros. Rebeca murió a finales de ese año y Aureliano Segundo se hizo cargo del entierro. Con el diluvio Macondo parecía un pueblo fantasma, estaba deshabitado y todas las casas perecían caerse con solo mirarlas. Amaranta Úrsula, la hija menor de Fernanda, se fue a estudiar a Bruselas. El nueve de agosto, José Arcadio Segundo se murió mientras conversaba con su hermano gemelo. Pocas horas después, Aureliano Segundo dejó de respirar cuando dormía en la cama de Fernanda. Petra Cotes intentó ponerle los botines con los que siempre había deseado morir, pero Fernanda le prohibió la entrada a la casa. Los gemelos fueron enterrados en baúles iguales y volvieron a ser idénticos como lo fueron en la niñez.
Capítulo 18.
Santa Sofía de la Piedad se va de la casa de los Buendía harta de limpiar y no se vuelve a saber nada de ella. Fernanda había muerto cuatro meses antes de la llegada de José Arcadio, al llegar mandó a Aureliano a su cuarto y recogió a niños del pueblo para que jugaran en la casa. Una noche los niños vieron luz en el antiguo cuarto de Úrsula, la luz procedía de debajo de las losas, donde se encontraba la cripta en que Úrsula había escondido el dinero del San José. José Arcadio reformó la casa, pero hecho a los niños de ella y concede la libertad a Aureliano al enfermar. Pero Aureliano se queda en la casa estudiando los pergaminos. En estos tiempos llega a la casa el único superviviente de los Aurelianos, era Aureliano Amador, pero al no reconocerlo no le dejaron entrar. En ese momento dos policías le dispararon en plena calle. José Arcadio fue asesinado por los niños a los que había echado, estos le ahogaron y se llevaron tres sacos de oro mientras Aureliano estudiaba.
Capítulo 19.
Regresa a la casa Amaranta Úrsula casada con un flamenco llamado Gastón, los dos tenían un acuerdo de no tener hijos antes de cinco años de casados. Al llegar a la casa la reformó con gran ilusión. Gastón intenta establecer un correo aéreo. Antes de la llegada de Amaranta Úrsula, Aureliano había conocido a Nigromante, una negra con la que entabló amistad y que después de la llegada de Amaranta Úrsula se convirtió en su amante. Aureliano también se había hecho amigo de cuatro jóvenes que visitaban la misma librería, eran: Albaro, German, Alfonso y Gabriel. Su amistad era más fuerte con Gabriel ya que este creía en el coronel Aureliano, porque su abuelo era Gerineldo Márquez. Aureliano se enamoró de Amaranta Úrsula, a la cual le expresó sus sentimientos un día, pero ella lo rechazó. Aureliano fue a un nuevo burdel donde conoció a Pilar Ternera, esta después de que Aureliano le contara sus sentimientos, le dijo que Amaranta Úrsula le estaría esperando en algún lado. Esa tarde Aureliano después de haber bebido hizo el amor con Amaranta Úrsula después de una primera oposición por parte de ella. En la habitación de al lado se encontraba Gastón que no se dio cuenta de nada.
Capítulo 20.
Pilar Ternera se murió sentada en su mecedor de bejuco. Gastón, el marido de Amaranta Úrsula decidió viajar a Bruselas para supervisar sus negocios. Con su partida, Aureliano y Amaranta Úrsula se dieron a la tarea de amarse. Mientras ella cantaba de placer, Aureliano se iba haciendo más absorto y callado, porque su pasión era ensimismada. De pronto, Amaranta Úrsula recibió la noticia del regreso de Gastón, la mujer le respondió la carta contándole de su amor por Aureliano y, para sorpresa de ambos, Gastón los felicitó y les deseo lo mejor. La feliz pareja estaba esperando un hijo. Aureliano empezó a rastrear su origen, pero no encontró a nadie que lo ayudara. Amaranta Úrsula hacía collares de vértebras de pescados, pero nunca encontró quien se los comprara. El niño nació y lo llamaron Rodrigo. Después de cortarle el ombligo, la comadrona se puso a limpiarlo ayudada por Aureliano. Cuando lo voltearon boca abajo descubrieron que el niño tenía cola de cerdo. La comadrona les dijo que podrían cortársela cuando el niño mudara los dientes, Amaranta Úrsula y Aureliano se quedaron tranquilos. Amaranta Úrsula estaba perdiendo mucha sangre y después de varios días se murió. Absorto en su dolor, Aureliano se olvidó de su hijo hasta que Nigromanta acudió para ayudarlo. Aureliano tuvo la revelación de encontrar en los pergaminos la historia de sus vidas y el trazo de su destino. Aureliano descubrió que su familia había estado condenada a cien años de soledad
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